Egipto Día 12. El Cairo. Pirámides de Gizeh

El Cairo debe ser una de las ciudades más caóticas del mundo. Sin duda, es la más caótica que conozco. A mí, que Madrid me había parecido siempre una ciudad bulliciosa, con mucho tráfico y muy ruidosa, ahora me parece de lo más tranquilo, si la comparamos con El Cairo (e infinitamente más limpia y menos contaminada).
Este hecho le quita parte del encanto que te envuelve durante el resto del viaje. Quizás sea preferible ver El Cairo lo primero, para terminar con mejor sabor de boca.
Independientemente de esto, las Pirámides de Gizeh son tremendamente espectaculares. Tremendamente.



Llevan más de 4000 años en pie, y son las únicas supervivientes de las "siete maravillas del mundo antiguo".
Dicen que fueron construídas por una mano de obra perfectamente organizada, no por esclavos como nos han hecho creer las películas americanas. Esta mano de obra estaba compuesta por campesinos egipcios que durante la crecida del Nilo eran utlizados para la construcción. (Habría que pensar que, incluso, era un plan de creación de empleo para las épocas en que aumentaba el paro. Vamos, que ahora los gobiernos invierten en carreteras, que da trabajo, y antes invertían en pirámides, y así enterraban al faraón de una manera bastante espectacular).



Sin embargo, a pesar de las "pruebas", hay muchísimos piramidólogos (pues esto se ha convertido en una ciencia en sí misma) que siguen pensando que las pirámides fueron construidas por ángeles, el demonio o habitantes de otros planetas (mucho más adelantados que nosotros por supuesto) debido al perfecto tallado y colocación de las piedras, de una precisión milimétrica, así como al significado numerológico de las dimensiones de las estructuras. (Las teorías de los ángeles y el demonio me parecen que no tienen mucho sentido, porque los ángeles es una idea bastante cristiana, y en el 2500 a.C. el cristianismo estaba bastante lejos de ser iventado, y el demonio... pues lo mismo, también es una idea bastante ligada con el cristianismo. ¿Los egipcios tenían infierno, tenían demonio? No me han hablado del mismo durante el viaje, pero bueno, ni siquiera me acerco a ser una experta en egiptología.



Las pirámides son los únicos monumentos del Norte de Egipto que quedan en pie porque los malos invasores entendieron que eran tumbas, y no templos de culto a ningún dios. (Y, además, destruirlas tampoco debe ser una tarea fácil).



La gran pirámide de Keops es la más antigua y grande de Egipto. Llegó a medir 146 metros de altura cuando se construyó, sobre el 2570 a.C. Ahora, tras más de 4000 años de vientos, es 9 metros más baja...
En su construcción se emplearon unos 2,3 millones de bloques de caliza, de unas 2,5 toneladas cada uno. (Y después de estos apabullantes datos, la opción de los constructores de un planeta del espacio exterior es la más creíble).
No entramos al interior de esta pirámide, porque la entrada había que pagarla aparte y, al parecer, tampoco hay mucho que ver. Además de que venden un número limitado de entradas al día, y no llegamos demasiado temprano que digamos, pues el autobús que venía a recogernos había encontrado atasco en el centro y había llegado un poco tarde.
Es la pirámide más interesante, por la cantidad de pasadizos y cámaras que hay en su interior, pero imagino que no se podrá entrar a casi ninguna de ellas. De hecho, se cree que aún no se ha encontrado la cámara mortuoria del faraón, pues la única representación de mismo es una figurita ridícula de unos 8 centímetros de altura. (Que es ridículo para cualquiera, por lo que muchísimo más para un faraón de tal embergadura).



Al oeste de la gran pirámide, se encuentra la Pirámide de Kefrén, hijo de Keops, de 136 metros de altura, aunque parece más alta que la anterior por encontrarse sobre un terreno superior.
La punta de esta pirámide sigue protegida con una cubierta de caliza, con la que, se supone, estaban cubiertas las tres, por lo que las pirámides probablemente brillarían al sol.



Las cámaras y pasadizos de esta pirámide son mucho menos espectaculares, simplemente hay un "túnel" que primero baja, después se mantiene, luego sube un poco, y al final llega a la cámara mortuoria del faraón Keops, donde lo único que encuentras es el sarcófago de piedra donde se encontraba la momia.
En la bajada, me crucé con un hombre bastante corpulento (dicho sea con elegancia) que hizo que me tuviera que estrujar contra la pared y lo pasara un pelín mal durante unos segundos.



Si eres claustrofóbico, olvídate. Es imposible que llegues hasta el final sin que te de un telele.
Si te agobia el calor... casi mejor que tampoco, porque Carlos se tuvo que volver a la mitad porque no aguantaba más.
Pero si nada de eso te ocurre, lo recomiendo, para sentir la energía concentrada justo debajo de la punta de la pirámide, aunque cuando llegas al final no hay absolutamente nada que ver, también lo digo, porque aquí no se esforzaron mucho en pintar las paredes, ni tallarlas, ni nada.



Aunque más pequeña y menos complicada por dentro, esta pirámide es la más interesante arqueológicamente hablando, pues conserva casi completamente el complejo alrededor de la misma, que ha permitido entender mucho mejor la vida en torno a la muerte de un faraón hace 4000 años.




La más pequeña de las tres, la pirámide de Micerinos, mide 62 metros de alto (originariamente 66,5 metros). Malek Abdel Aziz, el hijo de Saladino (creo que defensor del Islán) intentó desmantelarla en 1186, pero tras ocho meses se rindió, pues no consiguió gran cosa.(Con esto se confirma mi teoría de que las pirámides son los únicos monumentos que no destruyeron porque eran imposibles de destruir).



Tras rodear las pirámides y pasar por el mirador para hacer las fotos "fotomontadas", llegas a la Esfinge que, después de ver las pirámides, pues tampoco es para tanto. Además, está tremendamente mal conservada porque los cairotas no tuvieron mejor idea que seguir construyendo hasta que estuvieron a tiro de piedra, por lo que la polución está acabando con ella.
Como se cree que fue construída en tiempos del Faraón Keops, se supone que tiene sus rasgos, y se encuentra en el lecho de roca, al pie del terraplén que conduce a la pirámide del mismo faraón.
Aquí también empieza el complejo construído alrededor de la pirámide, donde se momificaba al faraón y se llevaban a cabo todos los rituales antes del entierro.



Por alguna extraña razón, los turistas tiran dinero a esta fosa. Y no es que tiren monedas, es que tiran billetes de un valor bastante considerable. De hecho, vimos un billete de 1000 EGP, al cambio 125 EUR, y el sueldo medio de una persona de clase media en Egipto. ¿A quién se le ocurre? Para eso, dáselo a alguien que lo necesite.



Esta parte pierde mucho encanto porque desde donde nos estábamos haciendo la foto se veía un Pizza Hut. Y no es que tenga nada en contra del Pizza Hut (no me gusta especialmente, pero para gustos se hicieron los colores), es que es realmente triste ver lo poco que han cuidado los egipcios el increíble patrimonio cultural que tienen.



Después de la visita a las pirámides nos llevaron a un centro de papiros cerca del complejo, donde nos volvieron a explicar el procedimiento para hacer el papiro e intentaron timarnos con precios desorbitados. De hecho, a mí debieron verme cara de tonta, porque la chica que nos explicó todo se vino detrás mía diciéndome sin parar que a mí me iba a hacer un precio especial, como si después de 12 días en Egipto no supiera que los precios especiales no existen para nadie.
P.D.- Nos llovió en El Cairo.