El primer día (después de levantarnos a las 2 de la mañana para ir del Cairo a Aswan y antes de partir en autobús hacia Abu Simbel) entre otras cosas, vimos el Templo de Philae en Aswan.
Al templo, se llega en una barca de las que se muestran en la foto, pues se encuentra en una isla en el Lago Nasser.
Ir en la barca misma y ver como atracan ya es una experiencia, porque en estos lares, "aparcar al toque" cobra un significado nuevo. Ellos simplemente llegan al "embarcadero" y dejan chocar su barca contra el resto, moviendo todas las demás, por supuesto. Lo normal es que se comporten de manera amistosa, pero no siempre es así porque allí, como en todas partes, los hay que "conducen" bien y los hay que no...
La isla actual no es la originaria, pues todo el templo quedó sumergido cuando construyeron la presa (al igual que los de Abu Simbel y un montón de asentamientos nubios).
La isla original se encuentra donde se ven los mástiles hundidos al fondo de la siguiente foto. Para mover el templo, como lo hicieron cuando ya estaba inundado, lo rodearon con un dique, sacaron todo el agua, y después lo fueron recortando y moviendo pieza por pieza. En fin, un trabajo... aunque comparado con Abu Simbel... ya no sorprende nada!
Este templo grecorromano está dedicado a la diosa Isis (diosa de la magia y diosa universal). Y os preguntaréis, ¿qué carajo hacían los grecorromanos construyendo templos a los dioses egipcios?
(Yo al menos lo hice).
Pues bien, resulta que Alejandro Magno y los Tolomeos que llegaron después, al invadir Egipto, pensaron que era mejor seguir dándole al pueblo lo que ellos querían, es decir, templos para sus dioses, para que éstos estuvieran contentos y no protestaran demasiado por haber sido invadidos... Ilusos!!! Y así fue!! Y además, construyeron bastante, como se ve a lo largo del Nilo.
Después llegaron los cristianos, con sus creencias y su intolerancia, y destruyeron templos, picaron grabados, destrozaron caras de antiguos dioses... como se ve tan perfectamente en la foto. Un ejemplo a seguir el de los cristianos...
La historia del templo, como cualquier historia relacionada con dioses, es un culebrón. Pero de los buenos.
Los hijos del dios Ra, Shu y Tefnut (no muy importantes, creo) tuvieron a Geb (dios de la tierra) y Nut (dios del cielo) que, a su vez, tuvieron cuatro hijos: Osiris, Isis, Seth y Nefthis. (Creo que en las vasijas donde se guardaban los órganos de los faraones estaban representados estos cuatro dioses, pero no estoy segura).
Osiris representaba el bien y Seth el mal. Osiris era el favorito de los dioses y reinaba en la tierra y Seth se revolcaba en su mísera envidia.
Además, Osiris se casó con Isis, que era la guapa, y Seth lo envidió aún más. (Esto es la consecuencia de unos padres que favorecen a un hijo y perjudican a otro...).
En fin, Seth mató a Osiris, lo metió en un sarcófago de oro (que lo odiaba pero era un dios, al fin y al cabo) y lo lanzó río abajo, hacia el norte.
Isis fue en su busca y lo encontró en el templo de no sé que rey, que la hizo trabajar como esclava durante 3 años para liberarlo.
Obviamente, cuando abrió el sarcófago, Osiris estaba muerto, pero Isis (no me acuerdo cómo) lo resucitó y concibieron a Horus (que después se casó con Hathor y protagonizaron su propio culebrón).
Horus, cuando creció, escondido junto con su madre, al parecer, en este templo, desafió a Seth y lo mató vengando la muerte de su padre.
Lo que yo te diga, un culebrón.
Puede que sea el templo menos impresionante que hemos visto. No es demasiado grande y no es de los mejor conservados (hay que tener en cuenta que además de los años que tiene, como 4000, estuvo debajo del agua), pero es muy bonito, y el hecho de estar en una isla le da un encanto especial.
El resto de las fotos que he seleccionado, porque hicimos un montón en cada sitio y no todas merecen la pena (cámara nueva, fotógrafos novatos y aficionados...) se encuentran en el enlace de la derecha.