Con éste, empezó el maratón de templos que se visitan a lo largo del Nilo. No me malinterpretéis, me gustaron muchísimo todos, creo que no podría decidirme por uno, pero es que son tantos en tan poco tiempo, que al cabo de dos o tres días ya los mezclas entre ellos, tienes que revisar las fotos para acordarte e incluso mirándolas, hay sitios en los que sólo vagamente recuerdas que has estado.
Es lo malo de estos viajes en los que hay tanto que ver y tan poco tiempo para hacerlo.
El primero que vimos fue el Templo de Kom Ombo, situado en Kom Ombo, como no podía ser de otra manera.
Es el único de Egipto que está doblemente consagrado: al dios cocodrilo local, Sobek (pues el templo está situado, al parecer, donde los cocodrilos tomaban el sol), y a Haroeris (Horus el Viejo). Esto se ve en la planta del templo, perfectamente simétrica a lo largo del eje principal, con entradas gemelas, dos salas hipóstilas compartidas, con grabados de ambos dioses a cada lado, y santuarios gemelos. El lado izquierdo está dedicado a Haroeris y el derecho a Sobek. También se supone que había dos grupos distintos de sacerdotes, pero creo que esto se lo han sacado un poco de la manta los historiadores.
Éste es también un templo grecorromano, empezado por un Tolomeo, Tolomeo VI Filométor - el nombre es alucinante, no me digáis que no - y terminado por otro, Tolomeo XII Neo Dioniso. (Éste último era el padre de Cleopatra). Al parecer, hay restos de otros templos anteriores, del Imperio Medio y de la 18ª Dinastía. (Esto no nos lo dijo el guía, pero como me estoy empollando la Guía Lonely Planet... Por la que me acabo de enterar de que, al parecer, había cocodrilos momificados en una pequeña capilla, de Hator, desenterrados de un pequeño cementerio cercano de animales sagrados, lo que me parece algo asquerosillo, dicho sea de paso).
A parte de la atracción de los arqueólogos en general y los egiptólogos en particular por desenterrar a personas, animales y cosas, el templo tiene varias cosas bastante interesantes. Bueno, al menos a mi me interesaron mucho.
Para empezar, en este templo se encuentra el primer calendario (bueno, no sé si el primero, pero sí uno) egipcio, con las fiestas de cada día, los días de trabajo y los días libres... bastante interesante. No le hicimos ninguna foto al mismo porque cuando lo intentamos había más gente que en la guerra, y no me apetecía que desconocidos de viaje salieran en mis fotos, así que... nada de foto. Pero como internet es maravilloso, he encontrado una del calendario en cuestión, que es la que está justo debajo de estas líneas.
Al parecer, los egipcios trabajan 8 días y descansaban 2, lo que me parece una explotación absoluta, aunque bueno, igual para aquellos tiempos tener dos días libres ya era un logro de los sindicatos, quién sabe.
Además, si te pones a mirar el calendario, los sacerdotes y faraones se lo montaban tela de bien, porque había fiestas que celebrar prácticamente todos los días. Seguro que no eran extensibles a los curritos, que tenían que seguir cargando piedras y sudando sangre para construirle el templo dichoso al faraón. (Dicen ahora que para los antiguos egipcios era un honor trabajar para el faraón, pero también existe el síndrome de Estocolmo y no por eso los secuestradores son buenos).
Además, el templo tiene un nilómetro perfectamente conservado, como se ve en la foto de arriba.
Éste era el sistema que utilizaban los faraones para recaudar impuestos. Cuanto más grande fuera la crecida del Nilo, más tierras podían cultivar los agricultores y más impuestos tenían que pagar.
Otra imagen que me gustó se muestra en la foto de arriba. En ella se ve como dos dioses (que ahora no identifico realmente) están dándole un "baño" con llaves de la vida al Faraón, lo que se interpreta como que le están dotando de la vida eterna. (Si no recuerdo mal, que igual me lo estoy inventando, pues en mi familia somos muy dados a eso. Jeje).
Para terminar, en una de las paredes de este templo hay unos grabajos realmente interesantes sobre lo que parecen ser artilugios quirúrgicos. Es realmente chulísimo, sobre todo pensando que se hicieron hace más de 2000 años.
A mi personalmente me gustó mucho este templo, aunque es más pequeñito que otros que vimos y quizás no está tan bien conservado por la localización en la que se encuentra, tan cerca del Nilo, que ha erosionado muchas de las piedras que allí pusieron.