Cuando llegas a Luxor te das cuenta de que es imposible tener tiempo para verlo todo. Al menos en un viaje "normal", de esos que hacemos los turistas del primer mundo, organizado, guiado, excesivamente guiado, cómodo...
Podemos destacar el Conjunto de Templos de Karnak, el Templo de Luxor, el Múseo de Luxor, el Museo de la Momificación, en la orilla oriental (donde se encuentra la ciudad); en la orilla occidental, Colosos de Memnon, Templo de Meremptah, Templo de Seti I, Casa de Carter, Valle de los Reyes, Deir el-Bahri, Tumba de Assasif, Dra Abu´l Naga, Tumba de los Nobles, El Ramesseum, Deir al-Medina, Valle de las Reinas y Valle de los Artesanos.
De algunos de estos sitios no tuve ni siquiera conciencia de dónde se encontraban.
La noche anterior, después de pasar la Esclusa de Esna, habíamos llegado a Luxor, mientras "celebrábamos" la fiesta de disfraces, en la que todos íbamos vestidos con chilabas.
Durante la cena, los recién casados y en viaje de aniversario habían "bailado" en torno a una tarta y se habían dado besitos de amor frente al resto de los "habitantes" del barco. Por suerte, Carlos y yo no "tuvimos" que hacerlo, porque al pobre le hubiera dado algo de vergüenza.
El paso de la esclusa fue menos interesante de lo que me había imaginado. La historia es que a lo largo del Nilo hay desniveles, y en Esna hay uno de éstos. Por lo tanto, las motonaves tienen que pasar la esclusa compensando el desnivel del Nilo. Para ellos, los "encierran" de dos en dos entre unas compuertas enormes y adaptan el nivel del agua al siguiente paso.
Si viajes de sur a norte, como hicimos nosotros, para compensar el desnivel, tienen que quitar agua de entre las compuertas, para cuando se abre estés al mismo nivel que hay más al norte, que es menos que en el lado sur.
La rapidez con que baja la motonave es espectacular, pero como no ves cómo sacan el agua de entre las compuertas, no es tan interesante como me había imaginado. Quizás si haces el recorrido en sentido contrario, de norte a sur, sí sea más interesante, pues deben llenar el espacio entre las compuertas con más agua, para adaptarse al nivel más alto que hay en la parte sur. Le preguntaré a mis padres y mi hermana que estarán en tierras egipcias las próximas navidades.
Aquélla primera mañana en Luxor tuvimos que madrugar, para no morirnos de calor en la visita, así que a las 5 de la mañana estaba sonando el despertador, a las 5 y media estábamos desayunando y a las 6 saliendo del barco. Esa mañana tuvimos que atravesar unos 6 barcos, creo, para llegar a la orilla, pues las motonaves atracan en paralelo. (Buen aprovechamiento del espacio).
El primer lugar que visitamos fue el Valle de los Artesanos. Como fuimos tan madrugadores, fuimos los primeros en llegar, lo que se agradeció, pues fue el único sitio en el que no tuvimos que esperar cola.
Este lugar, que resulta que es la necrópolis de Deir el-Medina (un templo al que no fuimos y al que ni siquiera sé cómo se accedía), es dónde se encuentran enterrados los artesanos que construyeron el Valle de los Reyes, que se encuentra al otro lado de la montaña que aparece al fondo en la foto.
Los artesanos vivían en un poblado construído especialmente para ellos, de manera que los mantenían aislados de la población y así podían preservar los secretos de las tumbas reales, para que nadie fuera a robar las riquezas de los faraones.(Ya se encargaron más tarde de encontrar las tumbas y saquearlas, que se te ponen los pelos de punta cuando piensas la de riquezas que tiene que haber desperdigadas por el mundo, en casas de gente de personas ricas y sin escrúpulos). Para llevarlos al Valle de los Reyes, les vendaban los ojos y los conducían a través de túneles excavados en la montaña, de manera que no supieran nunca dónde se encontraba la ubicación exacta de las tumbas. (Supongo que si a alguien se le caía la venda de los ojos, tendrían que matarlo...).
Y ahora estoy pensando lo diferentes que son estas tumbas, excavadas en la montaña, ocultas al mundo, de las pirámides, que, al fin y al cabo, no son más que tumbas también. Eran dinastía diferentes y épocas diferentes, pero tengo que investigas esto más profundamente.
Las dos tumbas más interesantes que encontramos aquí son las de Inherka y la de Sennedjem. La primera, profusamente decorada, perteneció a un sirviente de la 19ª dinastía. La tumba está compuesta de una sola sala tiene unas magníficas pinturas murales, entre ellas la famosa escena de un gato (que representa al dios sol Ra) matando a una serpiente (que representa a la malvada serpiente Apofis) bajo un árbol sagrado. (Todo esto lo estoy sacando de la guía Lonely Planet, porque no recuerdo tan cláramente las tumbas, que no dejaban hacer fotos, y como vimos tantísimas cosas aquella mañana...)
La de al lado es la tumba de Sennedjem, de la 19ª dinastía también, con una decoración increíble, compuesta por dos salas pequeñas (en ésta nos cobraron simplemente por prestarnos un trozo de cartón con el que abanicarnos, porque hacía un calor que difícilmente se podía aguantar) y tiene unas pinturas preciosas y bastante bien conservadas. El dueño de la tumba vivió durante los reinados de Seti I y su hijo Ramsés II y, al parecer, quiso que su propia tumba tuviera una decoración tan magnífica como la de los faraones.
Mirando las fotos, he pensado que lo que aparece al fondo de la última puede ser el templo Deir al-Medina, pero no puedo estar segura, porque no recuerdo que nuestro guía nos dijera nada y si lo hizo, estaba demasiado dormida para recordarlo.