Egipto Noche 5. Noche de baile en Luxor

Tras la visita al Templo de Luxor, volvimos al barco, almorzamos, y nos trasladaron al que fue nuestro hotel durante una noche en Luxor: el Sonesta St. George.
Como hacía calor, bajamos a darnos un baño en la magnífica piscina, con vistas al Nilo, que tiene el hotel.
Tras el remojón, y mucho más fresquitos, fuimos junto con Carla e Ismael (una parejas bastante apañá y simpática que conocimos en el barco) al Museo de Luxor.
Éste sí es un museo en condiciones. Es verdad que es chiquito. Si lo comparas con las dimensiones del Museo Egipcio de El Cairo, es minúsculo, pero si tengo que elegir entre uno de los dos, sin lugar a dudas me quedo con el de Luxor. Aquí, los carteles, en árabe e inglés, te explican lo que estás viendo. Te ponen en situación. El museo está bien iluminado, cada pieza se ve, independientemente de la hora del día que sea, perfectamente. Además, las piezas expuestas, aunque en su mayoría puedan ser mucho menos interesantes que las que se ven en El Cairo, están colocadas siguiendo un orden, tienen sentido y no están amontanadas, sino colocadas con gusto.
En el museo no se podían sacar fotos, como es normal, pero, aunque había cámaras de vigilancia, uno de los guardias de seguridad nos ofreción hacernos una foto junto a la estatua de Amenhotep III, por supuesto pagándole la consabida propina. Rechazamos el ofrecimiento pues, como ya he dicho, había cámaras de seguridad en el museo. Y tampoco nos hacía demasiada ilusión.
Cuando salimos era tarde, así que negociamos con un conductor de calesas para que nos llevara hasta el hotel, pues estábamos los cuatro bastante cansados. El pobre caballo iba a reventar, con los cuatro montados y el conductor, pero llegamos a tiempo al hotel para asistir al espectáculo de baile que había en la terraza.
El primer error fue sentarnos en una de las mesas más cercanas al escenario. En aquel momento ni siquiera pensamos que podían sacarnos a bailar. El segundo error fue no sentarnos las parejas juntas, porque igual así sólo hubiera salido una, y la otra hubiera podido grabar y hacer fotos (lo que hubiera sido aún más vergonzoso, si lo piensas).
El caso es que nos sacaron a los cuatro, a bailar, bueno, a intentar imitar a una chica que bailaba la danza del vientre. En fin, Carla baila danza del vientre desde hace mucho, así que ella lo hacía realmente bien. Yo puedo decir que me defendía, aunque bueno sólo defenderme, nada más. Pero Carlos e Ismael... en fin, verlos fue un espectáculo! Lo peor fue que creíamos que sólo había un par de mesas ocupadas y resultó que las del fondo estaban todas llenas y todos se rieron de nosotros. El camarero cada vez que pasaba por nuestro lado se meaba de la risa. Y con razón. No me sorprendería nada que nos pusieran en el vídeo promocional que emitían a todas horas en recepción... pues creo que poca gente en grupo tuviera tan poco ritmo
Después de nuestro ridículo completo, le tocó paso al Derviche.



El Derviche es realmente chulo. Y debe marear una barbaridad.
Esta vez sólo le "tocó" salir a Ismael, que lo hizo bastante bien, pues dio un par de vueltas o tres antes de casi caerse!



Para terminar, en el último baile, volvimos a salir los cuatro, pero esta vez con mucha más gente, en plan baile colectivo multitudinario.
Nos reímos tanto durante los bailes y después de ellos. Ninguno de los cuatro nos podíamos imaginar que terminaríamos el día riéndonos tanto. Y ninguno de los cuatro se podía imaginar, al coger la calesa, que eso nos daría la oportunidad de llegar a tiempo al espectáculo y pasar por tremendo ridículo... Pero fue divertido. Muy divertido.


Egipto Día 5. Templo de Luxor

Comparado con el Conjunto de Karnak este templo no es tan grandioso, quizás, pero no deja de ser bonito, y realmente curioso.
Fue construido por Amenhotep III y Ramsés II, aunque también fue modificado por Alejandro Magno, encontrándose en uno de los muros finales la que, según nos dijeron unos compañeros de viaje, la única representación que hay del mismo, y hay construcciones de Hatchepsut.
Además, sobre el templo (sí, sobre el templo) hay una mezquita construída para el jeque Abu al-Haggag. (Aunque la mezquita es del siglo XIV y el resto del templo es de más de mil años antes de Cristo, han decidido que ambos son igual de importantes y aunque han quitado el resto de casuchas que construyeron encima del templo y alrededor de la mezquita, ésta sigué ahí. Lo cuento porque nuestro guía estaba realmente indignado de que siguiera allí).



El primer pilón mide 24 metros de altura, fue erigido por Ramsés II y decorado con hazañas militares, entre ellas la batalla de Kadesh. Había 6 colosales estatuas de Ramsés II (que como ya hemos visto, era muy propenso a mandar hacer estatuas de sí mismo en todos los rincones de Egipto), pero ahora sólo quedan dos de las cuatro en que aparecía sentado y una de pie. También hay un pie enorme. Además, construyó un par de obeliscos de granito rosa. Uno está ahí y otro está en una plaza de París, aunque realmente no tenga ningún sentido.





Y un también encontramos una cabeza, que suponemos que antes estaba sobre un cuerpo de piedra.



El pilón está en frente de la gran avenida de esfinges de la que hablé en la entrada anterior.
Al fondo de la foto se ven las grúas y demás equipamiento necesario para hacer esto. Aunque realmente, yo no los vi trabajar demasiado. Es verdad que hacía calor, pero si van a esperar a que no haga... quizás puedan trabajar un par de meses al año. (Como dijo nuestro guía, para dentro de un par de meses egipcios, lo que podemos traducir entre 10 y 20 años, la avenida estará terminada y tendremos que volver para verla).



Uno de los detalles curiosos de este templo es que su eje principal no es recto. Esto es porque los faraones posteriores, es decir Ramsés II, tuvo que respetar lo que ya se había hecho, y quedó tal que así.



En la esquina noreste del primer patio se encuentra el santuario del triple barco, que fue construído por Hatchepsut y usurpado por Tutmosis III para Amón, Mut y Jonsu (que son los mismos que los del templo de Karnak, si recordamos).



En frente se encuentra la mezquita que habíamos mencionado.
No es que la construyeran así a propósito. Realmente el templo estaba enterrado y la construyeron allí, al igual que muchísimas otras casas no tan importantes. (Esto te hace pensar en la existencia real de lugares sagrados. Dos espacios de culto, de dos culturas y religiones tan distintas y separadas en el tiempo, que se construyeron exactamente en el mismo lugar. Como poco es curioso).



Si continuamos andando, llegamos al Patio solar de Amenhotep III, y tras éste, la Sala hipóstila.



Al fondo, encontramos la única representación que existe de Alejandro Magno con vestimentas de faraón. Esto nos lo dijo un compañero de crucero, que estudiaba Historia, así que tuvimos suerte, porque el guía no mencionó nada al respecto.



En este templo también encontramos muestras del poco respeto que tenían los antiguos cristianos por culturas más antiguas.



Y si al menos fueran bonitas...


De noche es realmente espectacular la iluminación del templo. Realmente merece la pena, al menos, pasear por la Corniche para verlo desde fuera.


Egipto Día 5. Conjunto de Templos de Luxor

En un viaje a Egipto es realmente muy difícil decir que es lo más bonito, lo que más te ha gustado, lo más impresionante. Es realmente MUY difícil. Por una parte, Abu Simbel es realmente grandioso, y cuesta imaginar la magnitud de una obra como esa construida hace unos 3000 años.
A lo largo del Nilo te encuentras con templos como los de Edfú y Kom Ombo, no muy grandes, pero sí muy interesantes y bonitos.
El Valle de los Reyes es, sin duda, al menos igual de espectacular que lo anterior. Imaginarse la cantidad de tumbas que se excavaron allí, la enorme cantidad de riquezas que se escondieron (aunque no demasiado bien, a tenor de lo que han saqueado), la forma en que los antiguos egipcios decía adiós a sus faraones.
Todo es precioso. Todo. Pero después de haberlo pensado bien, de haber visto las fotos, una y otra vez, creo que si tuviera que elegir un solo lugar al que volver, elegiría el Conjunto de Templos de Karnak. Creo que sí. (Aunque bueno, realmente espero no tener nunca la necesidad de elegir un solo sitio y poder visitar de nuevo todo lo que vi y todo lo que me faltó).



Parafraseando a la Lonely Planet: "Más que un templo, Karnak es un extraordinario complejo de santuarios, quioscos, pilones y obeliscos dedicados a los dioses tebanos y para mayor gloria de los faraones".
Aquí todo es grande.
El conjunto tienen una superficie de dos kilómetros cuadrados, muchísimo, y el templo principal, el Templo de Amón, es el mayor templo religioso construido jamás. En este enlace, podéis ver un "plano" de la parte principal, de la parte "contruida", pero realmente esto se encontraba más o menos en el centro de un recinto aún mayor en el que, entre otras cosas, había un lago artificial cuyas aguas provenían del Nilo (de dónde si no?). Además de existir una construcción semi perpendicular al eje principal, muy interesante y grande también.



Cuando atraviesas el impresioanante pasillo de Esfinges con cabeza de carnero que comunican este conjunto de templos con el de Karnak (que realmente pertenecía al conjunto aunque estuviera a 3 km), pasas por el primero pilón, que se encuentra inacabado. A sus pies se ve una enorme rampa de construcción de adobe, por la que se hacía subir las piedras. (O eso dicen ellos, que hay otros que atribuyen estas descomunales construcciones a los extraterrestres...). Al parecer, cuando una expedición de Napoleón visitó el lugar, aún había bloques en la rampa. (Que ya podían haberlos dejado, que llevaban más de 2000 años ahí...).
Si queréis saber más sobre este conjunto de templos, podéis encontrar la información aquí o aquí, o podéis buscar en google y pinchar en cualquiera de los miles de enlaces que os saldrán.



Éstas son las capillas de Mut, Amón y Jonsu, que se encuentran entrando a la izquierda. Quizás sea lo menos impresionante y vistoso del conjunto, pero como soy una mujer de gustos raros, a mi me parecieron muy interesantes. Estas capillas contenían los barcos sagrados de los mencionados dioses durante los preliminares de la fiesta de Opet, que se parece muy alarmentemente a las procesiones de la Semana Santa cristiana que se suceden a lo largo y ancho de España. (Pertenecían, hay que decirlo, al Templo de Seti II, que se encontraba a la derecha de las tres capillas).



Como ya he dicho, el conjunto de templos es enorme, así que no puedo pararme en cada punto, principalmente porque no hay fotos de todos los lugares y porque la entrada se haría interminable. Así que nos saltamos un par de "cosillas" que se encuentran antes del segundo pilón y pasamos directamente a la Gran sala hipóstila, perteneciente al Templo de Amón (que constituye el eje principal). Es realmente espectacular andar entre tremendas columnas. Es precioso ver los grabados. Es sobrecogedor perderse ente ellas. Como dato alucinante, diré que tiene 5500 metros cuadrados y en ella cabrían a la vez la basílica de San Pedro de Roma y la catedral de San Pablo de Londres. Nunca he estado en la Catedral de San Pablo, pero sí visité la basílica de San Pedro y doy fe de que es muy grande. Esta sala hipóstila es aún mayor. Simboliza un pantano lleno de papiros (pues los 134 pilares tienen forman de esta planta).El visionario de la sala fue Ramsés I, aunque los que la construyeron fueron SetiI y Ramsés II. (Al parecer se nota la diferencia entre los sutiles relieves construidos por Seti I y los bajorelieves mucho más duros de Ramsés II, aunque realmente no puedo dar fe de ello).



Tras este pilón, que si no recuerdo mal es el tercero, se encuentra el único de cuatro obeliscos que mandaron construir Tutmosis I y Tutmosis III que queda en pie. De los otros sólo se conserva la base.


Y tras el cuarto pilón (que esto son las entradas de los templos normales, y aquí ya llevamos cuatro), encontramos uno de los dos maravillosos Obeliscos que mandó construir la reina Hatchepsut.
¿Os acordáis del Obelisco Inacabado que se encuentra en la cantera de Aswan? Esa piedra tan enormísima en la que encontraron un defecto y tuvieron que abandonar. Pues bien, el resultado de tamaño esfuerzo son estos dos obeliscos. Sólo uno está en pie. El otro se cayó, pero la parte superior está cerca, junto al lago artificial, y casi puedes tocarla!





Se cree que tenían la punta cubierta de electro (una aleación de oro y plata muy usada), pero como su hijastro Tutmosis III era un maligno y la odiaba (recordemos que hay  sospechas bastante certeras de que la mató), retiró todos los vestigios de su reinado. (Supongo que los obeliscos no los quitó porque el esfuerzo era demasiado grande).



El obelisco más a la derecha en la foto es el de la Reina Hatchepsut. Podéis pensar que es cosa de la foto, pero realmente sí es mucho más grande que el otro. De hecho, es el más alto de todo Egipto, con 30 metros de altura.


A los pies del obelisco, se encuentra el cartucho de la Reina Hatchepstut que a mí, particularme, me gusta bastante. Lo estuve buscando en colgante, o de cualquier otra manera, pero no fue posible. No es tan popular con Nefertari, Nefertiti, Tuntakamón o Ramsés II.



Cerca del obelisco de Hatchepsut, encontramos estos grabados, que me llamaron bastante la atención.
Al escribir el nombre de un faraón en un cartucho, estaban representándolos y dotándolos de vida eterna. Era una de las maneras que tenían de hacerlo.
Sin embargo, en la imagen, los que aparecen son enemigos a los que han capturado y, si nos fijamos, el cartucho no es liso, sino que está como abierto, rugosillos. Al parecer, esto era porque al representar su nombre dentro de un cartucho abierto, su alma se escapaba y no pasaba a la otra vida. Para personas que pensaban que el más allá era más importante que el más acá era realmente una putada. Pensadlo por un momento: tu vida eterna al carajo porque alguien picó el cartucho en la piedra con agujeritos.



Aquí está el lago artificial del que os hablé antes. Ya no está comunicado con el Nilo, pero antes solía estarlo y sus aguas procedían del mismo. (Ahora han colocado la cafetería del templo justo al lado, lo que le quita un poco de encanto).



Éste es el muro exterior de la Gran Sala de fiestas de Tutmosis III (creo), porque en algo tan grande te terminas haciendo un lío.



Éste es el Santuario de Amón-Ra, que se encuentra al final del conjunto de templos.



Otro calendario, pero que realmente no sé exactamente lo que representa.



Se dice que si le das 3 vueltas al escarabajo, te da buena suerte, si le das 7, te quedas embarazada... por lo que pudiera pasar, vayan a estar las cuentas mal... yo no le di ninguna. (Pero realmente había mucha gente, sobre todo mujeres, dándole vueltas como tontas. Lo que hacía muy difícil hacerte una foto sin que saliera nadie).



Está claro que yo quería hacerme la foto al otro lado del sarcófago, no donde estaba...




No me acuerdo exactamente a quién representaban estas estatuas, ni quien las había construído. No podría decir en qué parte exacta del templo están.
Pero me acuerdo que a los que se hicieron la foto justo después de mí, les regañaron mucho, gritándoles y eso, por subirse en la piedra. La verdad es que algo te imponen, porque la policía va con metralletas, pero después piensas que con algo de dinero que les des... la cosa está solucionada...



Para terminar, este es el pasillo de Esfinges con cabezas de carnero que comunicaban el Conjunto de Templos de Karnak con el Templo de Luxor. Actualmente, están desenterrando estas esfinges para volver a comunicar los dos templos. Para esto, están derribando casas, donde la gente vive actualmente.
Y sé que quedará bonito. Que será espectacular poder caminar entre las esfinges de un templo a otro (aunque más vale que pongan unos tolditos para el verano). Pero merece la pena quitarle la casa a personas que ahora las necesitan. Imagino que les estarán dando otros lugares para vivir, pero a la gente suele gustarle sus casas y el sitio donde éstas están. Puede que esto no pase en Egipto, pero no sé, creo que al menos hay que plantearse esta pregunta.